Claves para usar bien un perfume
El perfume es un elemento muy importante de nuestra personalidad. La fragancia que seleccionamos nos identifica y distingue de los demás. De hecho, hay personas que no salen a la calle sin unas gotas de su aroma preferido. Sin embargo, el olor, muchas veces, no dura todo el tiempo que quisiéramos y se evapora a las pocas horas de habernos aplicado la fragancia. ¿Qué podemos hacer para que la esencia perdure durante todo el día?
Uso correcto del perfume: cuándo y cómo aplicarlo
Tendemos a creer que cuanto más perfume nos echemos más y mejor vamos a oler. Pero esto no suele ser así. Precisamente, un exceso de aroma resulta bastante incómodo, al menos para quienes nos rodean. Estas son las 5 cuestiones más importantes a tender en cuenta para un uso correcto del perfume:
1. Aplicarlo después de salir de la ducha. Este es el momento en el
que más limpia se encontrará la piel y, por tanto, cuando mejor absorberá el perfume. Eso sí: habrá que secar la piel en profundidad, porque, si hay agua, la fragancia se diluye y olerá mucho menos. Además, si la ducha es con agua caliente, mucho mejor, dado que los poros se hallarán más abiertos y receptivos tanto a las cremas como a los perfumes que le pongamos.
2. Aplicarlo en los puntos de pulso. La parte superior de la nuca, la parte interna de las muñecas y los codos y detrás de las orejas son las zonas donde aplicar perfume. Al circular la sangre más cerca de la piel, la temperatura de estas zonas es más elevada y captan mejor el perfume.
3. Pulverizar a una distancia de 10 centímetros aproximadamente. De esta manera, el líquido se distribuye mejor por la zona donde lo apliquemos.
4. Dejar secar el perfume. No es bueno frotar la fragancia ni secarla con la ropa. Por un lado, las prendas más delicadas quedarán manchadas y, muchas veces, no se limpiarán ni en la lavadora. Y, por otro lado, al frotar el líquido, rompemos la estructura del perfume y no servirá de nada haberlo aplicado después de la ducha y en las zonas de pulso.
5. No echar demasiada cantidad. Si el perfume es de calidad, su intensidad será igual en una gota o en diez. En muchas ocasiones, el exceso de olor puede resultar desagradable. Por tanto, lo ideal es aplicar solo un poco en las zonas indicadas. Así, el producto durará más tiempo.
En definitiva, que la razón por la que no disfrutemos de un perfume no sea que no nos lo hayamos aplicado correctamente. Tan solo hemos de utilizarlo en el momento oportuno, en las áreas más receptivas y haciendo uso de toda delicadeza que una fragancia requiere.